El Vaticano ha sido prudente en el caso de la situación incomoda que vive
la Arquidiócesis de Tijuana. Ante esta situación Roma ha decidido esperar,
tomando en cuenta que al Arzobispo Rafael Romo le queda poco tiempo al frente de
esta arquidiócesis. Ya que este 2014 cumple 74 años. Aunque se maneja
una opción, la de renunciarlo antes, aunque no creemos que esto suceda, el caso
es que ya se alistan los posibles
candidatos en Roma. La terna ya esta lista.
Y el Vaticano aplica su política para
estos casos, esperar a que el tiempo haga de lo suyo, mientras que los
afectados son el clero y los fieles de a
pie.
La Nunciatura ya consulto a quien tenia que consultar y se formo la terna,
una terna predecible, si es que Roma no decide otra cosa. Y es que el sucesor
de Romo tendrá la consigna y prioridad de poner orden en la casa.
Los Obispos que encabezan la terna
son:
Miguel Alba: Tiene 63 años.
Originario de Monterrey, de donde fue Rector del Seminario. Fue promovido al
episcopado por el mismo Cardenal Adolfo Suarez como auxiliar de Oaxaca en 1995, cargo que ocupo por casi 6 años, para
después irse como Obispo titular de la diócesis de la Paz, en Baja California
Sur, desde el 2001. Ahí tiene casi 14
años, y su paso por esa costera diócesis
se ha notado. La construcción del
Seminario, el aumento de vocaciones, su autoridad como Obispo ante un
presbiterio indisciplinado entre otras cosas. Miguel es un fuerte candidato
para suceder a Romo Muñoz, a quien conoce muy bien desde en tiempos en que
ambos eran rectores de sus respectivos Seminarios y por las reuniones de Osmex.
El caso es que Alba Díaz conoce de pe a
pa el teje y maneje de Tijuana y de la región pastoral. Relativamente siendo un
Obispo joven pero con una enfermedad que
ha menguado su ministerio, pero no es impedimento para que sea uno de los
candidatos mas fuertes para poner orden en Tijuana. Que acepte semejante
problema será otra cosa.
Antonio González: originario de Nayarit.
Tiene 66 años. Fue ordenado sacerdote del Presbiterio de Tijuana, de donde fue párroco
y formador del Seminario. Promovido al Episcopado por el Arzobispo Berlie en
1995 como Obispo de la diócesis de Ciudad Victoria, en la fronteriza Tamaulipas.
Con casi 19 años de Obispo ha tenido experiencia en una zona fronteriza, punto
a su favor cuando se habla de Tijuana. Es quizá el favorito del Vaticano en lo
que a la promoción episcopal se refiere, poco conocido en Tijuana, pero
conoce muy bien la problemática de la diócesis.
Lo que sí es bien conocido es que no mantiene una relación cordial con el
Obispo Romo, de querer Roma un verdadero
cambio para esta Arquidiócesis
fronteriza mexicana, González es un buen candidato, fuerte, idóneo y
seguro para el objetivo que se quiere cumplir.
Sigifredo Noriega: Es de los liderazgos
discretos y emergentes al interior del Episcopado mexicano. Tiene 62 años. Es
originario de la diócesis de Ciudad Obregón, Sonora, de donde se ordeno también
como Sacerdote. Fue promovido al episcopado por el mismo Rafael Romo para ser
el primero Obispo de Ensenada en 2007. Cargo que ocupo hasta 2012 porque fue
nombrado Obispo de Zacatecas. Un empujoncito que le sirvió para irse de la península
al centro. Conoce muy de cerca la realidad de Tijuana, sus actores y sus
problemas. Aunque tiene poco tiempo en Zacatecas es uno de los candidatos
fuertes para suceder a Romo, además que ha sabido llevarse bien con el anterior
presidente de la CEM (Aguiar) y con el actual (Robles) con quien mantiene una
solida amistad. En el episcopado se sabe que
Noriega es un Obispo de paso en
Zacatecas.
Ramón Castro: tiene 58 años. Originario de Jalisco, ordenado en 1982 para el clero de
Tijuana. Promovido al episcopado en 2004 por el mismo Emilio Berlie con quien
mantiene una cercana confianza. Ya que lo hizo su Obispo auxiliar en Yucatán,
cargo que ocupo por dos años para después promoverlo como Obispo titular de Campeche,
donde estuvo por casi 7 años. Desde 2013 es Obispo de Cuernavaca. También
mantiene una estrecha amistad con Rafael Romo, a quien conoció en Roma y después
como su Obispo en Tijuana. ES uno de los candidatos pero no tiene la suficiente fuerza para ser
el peldaño en el ajedrez político del episcopado mexicano.
Francisco Chavolla: originario de
Jalisco, tiene casi 68 años. Ordenado en 1972 para la entonces diócesis de Tijuana por el mismo Emilio Berlie. En 1991
fue propuesto al episcopado por su mentor, el mismo Berlie y fue consagrado por
Jerónimo Prigione para la diócesis de Matamoros, cargo que ocupo hasta 2003
cuando fue nombrado Obispo de Toluca donde sucedió al entonces Obispo Francisco
Robles quien fue trasladado a Monterrey en ese mismo año. Es un Obispo blando,
de aspecto bonachón y poco protagonismo, conocido por muchos Sacerdotes de
Tijuana de los cuales fue su formador antes de ser Obispo. Debido a su carácter
débil es un candidato poco probable y ajeno al perfil que Roma necesita para
poner orden en la diócesis pero esta dentro de los posibles.