La
arquidiocesis de Tijuana vive momentos de tranquilidad. Los laicos de a
pie aún esperan las decisiones del nuevo arzobispo y el presbiterio observa con
cierto temor lo que pueda venir en las próximas semanas, mientras que el
Arzobispo ya ha conocido el 90 % de las parroquias.
Monseñor
Francisco Moreno Barron es un pastor con olor a oveja. A pesar de los tantos
comentarios no tan positivos vertidos por su nombramiento este
obispo ha logrado revertirlos en pocos días y ha causado grandes expectativas
para los tijuanenses que querían un cambio.
Es
un Obispo que ha llegado trabajando, dicen algunos laicos. Ya ha tenido
varios encuentros con los laicos, con los sacerdotes y promueve la unidad y la
fraternidad del clero, algo que adolece mucho el presbiterio tijuanense y
que el anterior Arzobispo Romo Muñoz nunca promovió, o si lo hizo nunca pudo,
ya que era conocido como el obispo de las quejas y los lamentos porque siempre
lo hacía hasta con el jardinero y su chofer, por eso los últimos años su
presbiterio ya no confiaba en él.
Monseñor
Barrón ha sido astuto, conocedor de la realidad clerical de
Tijuana ha llegado y observado, se ha entrevistado con muchos curas
y ya ha preparado su lista, lo bueno, hasta ahora es que es un obispo que está
a la escucha y que no se ha dejado manipular por nadie, a pesar que el lobby
gay y algunos curas con cola que les pisen han intentado "proponerle"
cosas.
El
Arzobispo sabe que las cosas en Tijuana no andan bien sobre todo con el número
elevado de curas con doble vida que desde Berlie se toleraron y con Romo se
apuntalaron. También conoce los casos de malversación de fondos de algunas
parroquias. Y otras cosas delicadas que el mismo presbiterio solapa y esconde,
como el caso de los curas suspendidos por Roma, los de Ackerman y Tenorio los
más delicados y la serie de protección que dio Romo Muñoz a algunos Curas
acusados de pedófilos.
La
situación en Tijuana es seria y complicada, pero el nuevo arzobispo ha tomado
la determinación de toparle a los problemas con todo, se esperan cambios y
cambios que marcaran a la nueva Iglesia de Tijuana que esta dolida y olvidada
por sus pastores.
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