El Presbiterio de Tijuana cree saber todo y a la vez no sabe
nada. Parece que la relación del Arzobispo con su Presbiterio cada día se torna
distante y callada. Lo que saben la mayoría de los Sacerdotes es gracias a los
comentarios que el Arzobispo hace tan solo con algunos curas, o con el chofer o
el jardinero de la situación que vive
Tijuana.
Si algún Sacerdote de la Arquidiócesis quisiera saber algo, es fácil escucharlo de
la viva voz del Arzobispo, invitándolo a
la comunidad puede ser una buena idea para conocer de cerca lo que el Arzobispo
piensa, y este sacerdote a su vez lo comenta con algunos laicos y compañeros Sacerdotes.
Pero ¿por que a estas alturas el Arzobispo no se ha reunido con su Presbiterio y les ha
dicho la verdad de lo que sucede?, ¿Por
qué en reuniones pasadas no ha querido
tocar el tema? O si lo ha tocado ha sido muy escueto y evasivo.
El silencio del Arzobispo es evidente, solo la información
necesaria se mezcla en su lobby, su
grupo que entre ellos se tapan sus pecados. Acaso será que el Arzobispo
esta esperando con ansia el día en que llegue
de Roma su jubilación para olvidarse de todo lo malo que ha hecho con su falta
de decisión, su carácter débil y sus imprudencias. Puede ser, quizá se vaya a
Torreón y vivir plácidamente con los
dineros que algunos Sacerdotes de Tijuana le han regalado, o quizá a disfrutar
un buen Whisky.