El Sacerdote Jefrey Newell Lamber de origen alemán y
ordenado para la diócesis de los Ángeles es sospechoso desde hace tiempo de
casos de pedofilia.
Desde 2010 ya se venia rumorando en Tijuana de su extraña
manera de haber llegado a la diócesis y de haber sido aceptado por el Arzobispo
Romo en la misma. Enviado a la
Parroquia de Nuestra Señora de la Encarnación de donde
es parroco prácticamente ha hecho y desecho a su antojo en todo lo que se le
encomienda.
El Padre Jeff como lo conocen en Tijuana es conocido por ser
un hombre alegre y muy generoso con quien el quiere, al grado que con la ayuda
que recibe de feligreses de Europa y
Estados Unidos mantiene varios proyectos en pie, entre ellos la construcción de
un centro de convenciones ubicado en la capital de Baja California.
Ha sabido ganarse la confianza del Arzobispo, incluso el le
regalo la casa donde vive actualmente.
Cuenta una victima que cuando tenía 20 años y era estudiante universitario trabajaba como
ministro de jóvenes en la
Arquidiócesis de Los Angeles cuando reveló un secreto a las
autoridades eclesiásticas: había sido víctima de abuso por parte de un
sacerdote por años.
Las autoridades de la Iglesia le prometieron que el sacerdote nunca volvería a trabajar cerca de algún niño. Dieciséis años después, el hombre —hoy padre de dos— escribió el nombre del reverendo Jeffrey Newell en una computadora y le sorprendió el resultado: Newell todavía era sacerdote, aunque ahora en la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana.
Su página personal en el sitio MySpace enlista media docena de adolescentes como sus amigos e incluye fotos de Newell con su hábito sacerdotal. Dicho hallazgo lo hizo presentar una demanda contra la Arquidiócesis de Los Ángeles hace un par de años, a la cual acusa de fraude y negligencia por permitir que Newell siga trabajando como sacerdote a pesar de sus presuntos delitos.
Esta demanda es la segunda que se presenta en los últimos meses en California con el fraude, y no el abuso sexual, como base para el litigio. Docenas más se han sumado a ellas en otros estados. Los abogados de la Iglesia en California rechazan las afirmaciones de la demanda y un juez del condado de Fresno decidirá pronto si hay elementos para llevar a juicio a los acusados.
Las autoridades de la Iglesia le prometieron que el sacerdote nunca volvería a trabajar cerca de algún niño. Dieciséis años después, el hombre —hoy padre de dos— escribió el nombre del reverendo Jeffrey Newell en una computadora y le sorprendió el resultado: Newell todavía era sacerdote, aunque ahora en la ciudad fronteriza mexicana de Tijuana.
Su página personal en el sitio MySpace enlista media docena de adolescentes como sus amigos e incluye fotos de Newell con su hábito sacerdotal. Dicho hallazgo lo hizo presentar una demanda contra la Arquidiócesis de Los Ángeles hace un par de años, a la cual acusa de fraude y negligencia por permitir que Newell siga trabajando como sacerdote a pesar de sus presuntos delitos.
Esta demanda es la segunda que se presenta en los últimos meses en California con el fraude, y no el abuso sexual, como base para el litigio. Docenas más se han sumado a ellas en otros estados. Los abogados de la Iglesia en California rechazan las afirmaciones de la demanda y un juez del condado de Fresno decidirá pronto si hay elementos para llevar a juicio a los acusados.