Se llama José Guadalupe Rivas Saldaña ni si quiera se
ordeno para la Iglesia
de Tijuana. Se ordeno para la
Iglesia de Torreón, pero debido a un delicado lio de faldas
donde casi le cuesta la vida tuvo que venirse a refugiar a Tijuana y cobijarse bajo la sombra del Arzobispo
Romo. No solo llego el, sino que se trajo a sus papas, sus hermanos y sus
sobrinos, quienes viven en la misma parroquia.
Cuesta trabajo
entender porque el Arzobispo de Tijuana le ha llenado de tantos cargos: decano,
consultor, maestro del seminario entre otros.
En 2003 lo
enviaron a estudiar a Colombia, al ITEPAL,
donde se graduó en Teología Pastoral, con la tesis: “Los
laicos, columna vertebral insustituible en la pastoral. Una aproximación a
partir de los documentos del magisterio episcopal latinoamericano”
Una cosa curiosa, quienes han ido a su
parroquia se pueden percatar que por el estudio que tiene tendría que haber
puesto en practica su habilidad pastoral expuesta en su tesis en su misma parroquia y al parecer no
es así, prueba de ello esta en los grupos de pastoral de San Pedro y San Pablo y lo decadente en aspecto
material que la mantiene.
Al Padre José Guadalupe le gusta aparentar que
sabe mucho, que hace mucho e influye mucho pero en realidad, al menos así es
con el Arzobispo, los alumnos del Seminario a quienes les ha dado clases
confirman que el mayor tiempo de las hora clase se la pasaba hablando de
chismes de la diócesis o de sacerdotes, y difícilmente daba clases. Pero que a la hora de calificar
era tan exigente como si de verdad sus
clases valieran la pena.
En el presbiterio es conocido por su
arrogancia, debido a que el mismo
enfatiza que el Arzobispo le ha dado varias encomiendas, y que por eso esta colaborando arduamente
en Tijuana. En su parroquia su familia hace y deshace,
sus sobrinos tratan de una manera pedante a quienes trabajan o colaboran ahí, y peor aun sus papas y familiares son
mantenidos con dinero de la iglesia.
O el Arzobispo no se ha dado cuenta de cómo actúa
su protegido o ya sabe y se hace de la vista gorda.
Tijuana merece mejores Sacerdotes,
desgraciadamente los que llegan de fuera por algún problema en su diócesis son
los más creídos y mas problemáticos. A ver que hace el arzobispo, o lo
incardina o lo devuelve a su diócesis.