Según los conocimientos, competencia y posición de que gozan, los fieles tienen el derecho e incluso a veces el deber de manifestar a los Pastores su opinión sobre cuestiones que pertenecen al bien de la Iglesia, y también tienen derecho a hacer conocer su opinión a los demás fieles cristianos , con el debido respeto a la integridad de la fe y la moral y a la reverencia hacia sus pastores, y con la consideración por el bien común y la dignidad de las personas. [CIC, Codex Iuris Canonicus (1983), Can. 212, § 3.]

martes, 23 de abril de 2013

EL AMBICIOSO ECÓNOMO DEL SEMINARIO


Se llama Jesús Cárdenas Núñez. Sus informes del Seminario lo describen como amable, educado, amiguero, líder y en cierta manera manipulador. Ciertamente Cárdenas  como se le conoce en el Presbiterio le gustaba  y le sigue gustando manipular las situaciones que se le presentan. Ahora como ecónomo del corazón de la Diócesis es para muchos el poder detrás del trono ante un Rector que no tiene orden ni autoridad en el seminario, incluso  ni en su propia vida.

Después de  ordenado  en 2007 fue asignado a la Parroquia de Guadalupe Reina de México con el famosísimo Enrique Zamora, aquel intimo amigo de Monseñor Cisneros. Durante ese período trabajo con jóvenes y con los distintos grupos que el problemático sacerdote le permitía trabajar.

Después fue asignado al Seminario como ecónomo. Su historial de este Sacerdote es un poco raro, y de esta situación dan fe los que fueron sus compañeros en el Seminario.

Sus relacionas nada viriles con algunos compañeros en el Seminario dio pie a que las murmuraciones entre los mismos seminaristas en su tiempo de formación dieran mucho de que hablar, ya que también con sus amistades era celoso y protector. Tal es el caso  de la profunda amistad que mantuvo con su compañero Carlos Barco,  hoy Sacerdote de la diócesis de Ensenada y quien estudiaba en su mismo grupo.

Hoy en día sus ambiciones personales le han colocado en una posición estratégica dentro del Seminario. Sabiendo que dicha institución carece de alguien pensante Cárdenas ha tomado la estafeta para su beneficio. Su rara amistad con el seminarista de teología Jonathan Arturo Valadez Castillo ha causado ciertas sospechas entre alumnos y Sacerdotes, llegando a pensar cosas no propias de su ministerio.

El Seminario de Tijuana pasa por uno de sus peores momentos en toda la historia que tiene de fundado y ante estos Sacerdotes al frente de la institución mas importante de una diócesis lo único que hacen  es contribuir al debacle moral y espiritual del corazón de la diócesis, una diócesis que tiene mucho por delante pero que vive sumida en la mediocridad y en la lucha de los grupos de poder por imponer sus intereses antes de anunciar el Evangelio. Intereses que encubren una larga lista de fechorías y pecados de los mismos protagonistas.