El Obispo de Tijuana tiene miedo y no sabe que hacer. Ya cuenta sus días para salir de esta Arquidiocesis como emérito. Pero mientras pasa eso esta viendo moros con tranchetes, acusando a diestra y siniestra a varios sacerdotes de ser los autores intelectuales de esta "persecución" que esta viviendo su iglesia, de este ataque frontal contra su ministerio episcopal.
Quienes conocen al Arzobispo se dará cuenta que esto no es cierto, y también se darán cuenta que toda su vida le ha gustado ser víctima cuando se mete en problemas. Y el problema que hoy vive Tijuana no es nada mas que la falta de autoridad de Romo Muñoz. Es cierto que recibió una diócesis decadente, pero también es cierto que tuvo tiempo para transformarla, tuvo mas de 15 años para enderezarla y no hizo nada, solo se pavoneo con políticos, empresarios, ordeno Seminaristas de dudosa reputación, acepto dádivas de curas corruptos y persiguió a Curas que le decían la verdad y que trabajaban bien.
La Corrupción de la Arquidiocesis es por que Romo Muñoz lo permitió. El fue el culpable por que no ha sabido ser un verdadero Pastor, un verdadero amigo, un verdadero padre cercano a sus Sacerdotes, es como un padre de familia que no supo educar a sus hijos.
Resulta impresionante que un Arzobispo le tenga mas confianza al chofer, al político, al empresario, al reportero, al Seminarista, al jardinero que a sus mismos Sacerdotes, desde ahí andamos mal. Un Arzobispo que no ha logrado sincerarse frente a frente con su Presbiterio no merece seguir siendo el Pastor de una diócesis.
Cómo entender al Arzobispo de Tijuana que mantiene entre sus mas cercanos colaboradores a Sacerdotes con un historial moral de dudosa procedencia, en fin la paciencia se esta agotando, y no es uno o dos Sacerdotes los molestos por esta actitud, son muchos los molestos por la actitud del inepto e inutil Arzobispo de Tijuana, ¡Roma tiene que actuar ya!.