Según los conocimientos, competencia y posición de que gozan, los fieles tienen el derecho e incluso a veces el deber de manifestar a los Pastores su opinión sobre cuestiones que pertenecen al bien de la Iglesia, y también tienen derecho a hacer conocer su opinión a los demás fieles cristianos , con el debido respeto a la integridad de la fe y la moral y a la reverencia hacia sus pastores, y con la consideración por el bien común y la dignidad de las personas. [CIC, Codex Iuris Canonicus (1983), Can. 212, § 3.]

viernes, 10 de octubre de 2014

Sacerdote recien ordenado deja el ministerio



Su precipitada decisión causo extrañeza y sorpresa a los laicos, amigos y compañeros sacerdotes. Una decisión que detona la realidad que vive la Iglesia en Tijuana, con un presbiterio huerfano, sin la compresión de su Pastor.

El Sacerdote se llama Aaron Garnica Colin, tiene 31 años y nació en Ecatepec. Desde muy chico emigró a Tijuana, luego Monterrey  y definitivamente a Tijuana donde ingreso al Seminario, en tiempos en que el actual Canciller Tony Beltran era  formador de "seminaristos".

Fue ordenado diacono  el 7 de julio de 2012 y Sacerdote el 27 de septiembre de 2013. Quien había sido su formador en el seminario y amigo lo pidió para que le ayudase como Vicario cooperador, en la Parroquia del Sacerdote Juan Carlos Delgado, actual párroco de La Ascención del Señor, ubicada  en la ampliación Guayacura en Tijuana. Su segundo destino fue a playas de Rosarito, en especifico a la Parroquia de San Isidro, en la comunidad de Primo Tapias, con el parroco Rodrigo Salinas.

Garnica Colín deja el Sacerdocio por una chica cercana a la Iglesía, que conoció en la misma Párroquia, desde hace tiempo se les veia salir juntos en lugares públicos,  su amistad cercana  causaba extrañeza entre los feligreses, hasta que, lo que muchos sospechaban, se confirmo, el Padre Aaron anda con.... y para evitar chismes,  "según el" deja el ministerio, puesto que esta "muy enamorado" de su prometida.

Muchos justificaran su decisión, que  por valiente o por recto, puesto que no siguió como muchos Curas de Tijuana viviendo la doble vida, pero, en realidad la pregunta sale a relucir y  tiene tres vertientes: 1. la caduca formación del Seminario de Tijuana, 2.  la falta de espiritualidad clerical que abunda en dicha Arquidiocesis, 3. la falta de cercania del Obispo que debe ser Padre y Pastor. Aunado esto a la falta de honestidad de los candidatos al Sacerdocio.

No es un caso aislado, hay mas, y que quizá no dejan el ministerio por  cobardía, pero mientras siga habiendo un Arzobispo blandengue  y sin cercania a sus Sacerdotes, la Iglesia Particular  seguirá sumida en la cloaca.